MI ALMA TIENE PRISA
Creo que fue con motivo de la celebración de mis primeros 65 años, escribí, bajo el título de “Mi alma tiene prisa”, algo en lo que hoy me reafirmo CASI EN EL 100%. Esto es lo que pensaba y lo que escribí:
Contando el tiempo vivido, descubrí que, por mucho que viva, me queda bastante menos que lo vivido hasta ahora.
Me siento como el niño a quien regalan un paquete de golosinas…Las primeras las comió rápido, más bien con glotonería, pero cuando se dio cuenta de que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Y eso es lo que me he propuesto, saborear cada día que me quede haciendo lo que me gusta y quiero hacer. No tengo tiempo para discusiones banales o charlas sin sustancia con pedantes insulsos.
No me importan los cargos ni los impresionantes títulos, solo útiles para adornar un currículo o una tarjeta de visita.
No me interesan las personas que no discuten contenidos, que solo se quedan en los titulares y sobre estos disertan como si supieran de qué hablan. No puedo perder tiempo discutiendo titulares. ¡Quiero la sustancia! Mi alma tiene prisa… Apenas me quedan golosinas...Quiero vivir como un ser humano, compartiendo mi tiempo y mi pan con mis hermanos. Quiero estar con personas que valoren el amor, que hayan aprendido a crecer de sus propias experiencias, con un Alma noble y un corazón abierto, que sepan amar sin condiciones, perdonar las ofensas recibidas, pedir perdón por las cometidas... y perdonarse a sí mismos con igual generosidad.
Es verdad, tengo prisa, pero es que… ¡Tengo tantas cosas por hacer!No puedo perder el tiempo, no quiero dejar de saborear, intensamente, ninguna de las golosinas que aún me queden, estoy seguro que han de ser las mejores, las más exquisitas, porque la madurez me hará vivirlas con toda intensidad, porque la experiencia me ayudará a elegir con sabiduría el Camino. Quiero llegar al final satisfecho, en paz y con la serena alegría de haber vivido.Hoy me pregunto: ¿Esto lo pensaba de verdad? Si era así me equivocaba, porque siempre hay excepciones, hay personas que piensan despacio, que les cuesta comprender algunas palabras o algunos conceptos y sin embargo es una delicia hablar con ellas, porque son auténticas, porque te hablan de su vida y de sus sentimientos y porque esperan que las entiendas, que comentes con ellas sus problemas, sus dudas… Esas personas son hermosísimas almas llenas de amor y de vivencias sencillas pero reales y profundas, con esas personas si quiero hablar, es más, con esos seres necesito hablar para continuar aprendiendo y creciendo.
Me parece sumamente interesante
ResponderEliminar