Hoy vi amanecer

Ni el tiempo ni la distancia provocarán que pueda olvidar la gratitud y el amor por todos y cada uno de aquellos seres con quienes compartí o comparto una parte de mi Camino

Hace tiempo, no importa si fue ayer o hace 50 años, nos conocimos, tal vez nos tomamos de la mano o unimos nuestros corazones en una honda y sentida oración, seguramente nos emocionamos juntos o nos consolamos en un momento de tristeza, da igual cómo y porque fue el encuentro, lo que si se, es que fue un acto de amor y que tu alma y mi alma ya nunca lo olvidaran.

Hoy, cierro los ojos, y nuevamente junto mis manos con las tuyas para dar gracias por la vida, porque crecemos espiritualmente, porque nos hacemos mayores y mi ilusión y mi amor crece con cada día que pasa, porque sé que si necesito una mano amiga allí estarás tú y eso hace que me sienta protegido y en armonía con todo.

Hoy, como tantos días, vi amanecer, y como siempre ha sido diferente, parece imposible pero cada vez lo veo más hermoso, como ha ocurrido en el amanecer de hoy. En ese momento me acordé de ti y quise dedicarte el primer rayo de sol, que nacía bellísimo, resplandeciente, fue como si se adelantara al resto para saludarme y agradecerme que lo estuviera esperando, fue muy especial, por eso pensé en alguien tan especial como tú para dedicárselo. 

Entonces escuché los cantos de las aves saludando al nuevo día, comenzaba una maña radiante, en un campo verde y lleno de primavera, un espectáculo único, inigualable y además gratis, un regalo que nos hacen cada mañana y que solo unas pocas personas saben aprovechar.

Nuestro Padre te bendiga, nos bendiga a todos con su amor infinito, en cada momento de esta vida y que nos hagamos merecedores de gozar de su presencia cuando acabe nuestro peregrinaje en la Tierra.

Mi corazón te abraza
Manuel