NI MULA NI BUEY EN EL PORTAL DE BELEN
El último libro del Papa, que se pone hoy a la venta
en 50 países al precio de 17 euros y bajo el título La infancia de
Jesús, solo tiene 176 páginas en la edición italiana.
Aunque Joseph Ratzinger, que ya era un respetado teólogo antes de convertirse enBenedicto XVI, deja en pie “la realidad histórica” del nacimiento de Jesús y la virginidad de María, se carga de un plumazo la iconografía del portal: ni había mula ni había buey, y la estrella —casi con toda probabilidad— era una supernova.
Según explica en el tercer capítulo, dedicado al nacimiento de Jesús, la Virgen envolvió a su hijo en pañales, pero como cualquier otra madre en sus circunstancias, esto es, con amor pero “sin sensiblería” Es la tradición, según Joseph Ratzinger, la que le pone literatura al asunto, metiendo en el cuadro un pesebre. (El Pais, 21-11-2012)
Pues claro que es la tradición, pero una tradición que no ha sido ni creada ni impuesta por los católicos sencillos, esa tradición, como otras muchas que mantiene la Iglesia, su pongo que con el Papa a la cabeza, fue inventada por la Iglesia Católica. Como las procesiones, como fijar la fecha del nacimiento de Jesús un 25 de diciembre (por cierto, parece ser que mas de 300 años después de Cristo y curiosamente la fecha en la que celebraba el nacimiento del Dios Sol -Deus Sol Invictus-) como montar el portal con el buey y la mula, como Herodes y la matanza de los inocentes, los tres Reyes Magos, en fin y muchísimas otras. ¿Que la famosa estrella fue una supernova? Pues seguramente, para el Papa parece claro, pero es que el clero no suele creer en los milagros. También dice el Papa que la Virgen María "envolvió a su hijo en pañales, con amor pero sin sensiblería” Es evidente que el Papa no ha sido madre y, seguramente, ni siquiera padre; yo no se cuando una madre abraza a su bebe con sensiblería, lo abraza con inmenso amor, con absoluta ternura y con una emoción que no es posible definir y que solo se entiende sintiéndola. Si esto es sensiblería, todas las madres lo son y, seguro, que María también lo fue.
Bueno pues ya se puede comprar el libro, son una 170 páginas y "solo" por 17 €. Teniendo en cuenta los millones de libros vendidos antes de publicarse, que no se invertirá nada en marketing y publicidad y la situación económica de muchos católicos, no me parece precisamente barato.
Aunque Joseph Ratzinger, que ya era un respetado teólogo antes de convertirse enBenedicto XVI, deja en pie “la realidad histórica” del nacimiento de Jesús y la virginidad de María, se carga de un plumazo la iconografía del portal: ni había mula ni había buey, y la estrella —casi con toda probabilidad— era una supernova.
Según explica en el tercer capítulo, dedicado al nacimiento de Jesús, la Virgen envolvió a su hijo en pañales, pero como cualquier otra madre en sus circunstancias, esto es, con amor pero “sin sensiblería” Es la tradición, según Joseph Ratzinger, la que le pone literatura al asunto, metiendo en el cuadro un pesebre. (El Pais, 21-11-2012)
Pues claro que es la tradición, pero una tradición que no ha sido ni creada ni impuesta por los católicos sencillos, esa tradición, como otras muchas que mantiene la Iglesia, su pongo que con el Papa a la cabeza, fue inventada por la Iglesia Católica. Como las procesiones, como fijar la fecha del nacimiento de Jesús un 25 de diciembre (por cierto, parece ser que mas de 300 años después de Cristo y curiosamente la fecha en la que celebraba el nacimiento del Dios Sol -Deus Sol Invictus-) como montar el portal con el buey y la mula, como Herodes y la matanza de los inocentes, los tres Reyes Magos, en fin y muchísimas otras. ¿Que la famosa estrella fue una supernova? Pues seguramente, para el Papa parece claro, pero es que el clero no suele creer en los milagros. También dice el Papa que la Virgen María "envolvió a su hijo en pañales, con amor pero sin sensiblería” Es evidente que el Papa no ha sido madre y, seguramente, ni siquiera padre; yo no se cuando una madre abraza a su bebe con sensiblería, lo abraza con inmenso amor, con absoluta ternura y con una emoción que no es posible definir y que solo se entiende sintiéndola. Si esto es sensiblería, todas las madres lo son y, seguro, que María también lo fue.
Bueno pues ya se puede comprar el libro, son una 170 páginas y "solo" por 17 €. Teniendo en cuenta los millones de libros vendidos antes de publicarse, que no se invertirá nada en marketing y publicidad y la situación económica de muchos católicos, no me parece precisamente barato.
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