APAGALUCES

Están en todas partes. Dispuestos y dispuestas a apagar tu luz.


No desistas, no les creas y sobre todo, no lo permitas. Me molesta profundamente las personas que intentan apagar la luz de los demás. Personas que se creen los dioses y las diosas de un Olimpo inventado y adquirido a base de mediocridad, mentiras en muchos casos, y un quehacer alejado de una honestidad teñida de verdad. Siempre están al acecho, en busca del fallo, dispuestos y dispuestas a crear en ti un pensamiento equivocado.

¿Sabes lo que vales? ¿Sabes la luz tan bonita que desprendes? Me temo que no y si lo sabes y tienes miedo, despójate de él. Despójate de todas esas personas que tienes a tu alrededor intentando hacer mella en tu valía, intentando apagar esa luz tan tuya, tan real,tan necesaria. Aléjate de todos esos y todas esas apagaluces que contaminan tus ganas, tu determinación y tu corazón. ¡Qué digan lo que quieran! ¿Cuántos genios no fueron juzgados, retenidos y apaleados?

Envidia.
Qué malo ¿verdad? Qué cruel y estúpidos nos hace. Qué soberbias pueden llegar a ser algunas personas y qué necesidad impetuosa les arrastra a mostrar, lucir y demostrar las pocas bondades que los hace resaltar. Un resalto lleno de egocentrismo, estupidez y adocenamiento. Personas mezquinas que con esmero, descuellan sus vidas vacías e intentan ridiculizarte en cada momento, en cada paso que das, en cada cosa que haces.No admiran tu luz, no. No reconocen tus cualidades, no.
No esperes que los apagaluces te tiendan la mano alguna vez. Lo más que harán será ponerte el pie. Ya sabes, lo de la zancadilla.
No esperes que sean como tú que vas por la vida admirando y alabando a todo el mundo, y aunque te digan que eres un bienqueda tú todo lo que haces lo haces de corazón. Si le dices a alguien “qué guapa está” o si te alegras por sus éxitos y logros lo dices porque lo sientes. Lo sientes de verdad. Sin miramientos, sin halagos entre dientes y sin más intención que una alegría que crees compartida. PERO NO. Cuando se trata de ti, cuando eres tú el que brilla, el que triunfa o el que gana, esos y esas apagaluces no te darán ni la enhorabuena y si lo hacen, no esperes de ellos y de ellas entusiasmo alguno. Es más, harán justo lo contrario.

Los apagaluces se ríen de ti si fallas.
Los apagaluces se ríen de ti si corren más rápido que tú y hacen mejores tiempos en una carrera. Lo que no saben es que tú apenas entrenas y ellos y ellas se matan a base de bien. O de mal. Tú y yo somos de los que preferimos vivir los kilómetros de la vida disfrutando del camino y humildemente intentamos en ellos superar nuestros miedos y nuestras debilidades: esas que te hacen tan terriblemente sexy.
Los apagaluces se ríen de ti si en un descuido te despeinas o tropiezas.

¿Pues sabes qué te digo? Que aquí estoy yo para desmontar a todas esas personas que van por la vida apagando luces. Que aquí estoy yo para comerme sus argumentos y lanzarlos al viento. Que aquí estoy yo para brillar y para hacer de mi luz, la luz de todos. Y que aquí estoy yo para recordarte lo mucho que vales y lo bonita que es tu luz. 
No entres en su juego.
No dejes que los celos ni la envida envenenen tu sangre.
No te rindas.
Dale la mano a la compasión y sigue tu camino.
Rodéate de personas que enciendan tu luz.
Debes de saber que hay personas que no soportan que la luz de los demás les haga sombra. Y por eso…los apagaluces. 
Déjame decirte apagaluz que conmigo lo intentaste y no pudiste.
Déjame decirte apagaluz que hasta en la oscuridad más negra las luces con alma siguen brillando. Y lo seguirán haciendo por siempre.

Seguiré brillando por siempre.
Floricienta

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