Se me ha muerto como del rayo...
Hoy, 27 de octubre, en Cartagena, ha abandonado su cuerpo mortal, el alma de quien conocimos como José Luis Armendariz Bonino. Un hombre bueno, un hombre sabio, un buen amigo.
Licenciado en Física cuántica, doctorado en Biofísica y de sistemas, licenciado en Matemáticas, licenciado en Ciencias básicas de Ingeniería, quabbalista, teúrgo y hermeneuta de las culturas mesopotámica y egipcia entre otras; fundador del SIMCO en 1979 (Sociedad Iberoamericana Magna Ciencia del Orbe); homeópata, kinesiólogo, osteópata, neuralterapeuta.
Investiga durante más de 25 años aplicaciones de la física a la medicina, sobre todo en los procesos degenerativos diseñando y construyendo prototipos de aparatos y sistemas para tratamientos oncológicos, colaborando con médicos reconocidos diseñando nuevas vías de tratamiento.
Desarrolla aparatos para aplicar los descubrimientos de la Informaciología a la medicina mediante la radiación en propagación electromagnética escalar de potencia a tejidos y organismos vivos.
Desarrolla aparatología de laboratorio para la fabricación a gran escala de remedios homeopáticos y vibracionales en segundos.
Dedica tres décadas a desentrañar la física del agua y a elaborar al detalle sus posibilidades y aplicaciones intercambiando información con Masaru Emoto y Robert Voguel entre otros.
Docente en Ciencias, Radiónica y otras terapias durante más de dos décadas; desmitificador de falsas difusiones.
Ha sido ponente en congresos médicos internacionales en sitios como la Universidad Complutense de Madrid y formado a varios médicos y terapeutas.
Como Miguel Hernandez, a su amigo Ramón Sije: Se me ha muerto como del rayo, Jose Luis Armendariz, con quien tanto quería…
No tuvo una vida fácil, pero siempre le vi alegre, siempre con una sonrisa, una frase cariñosa y un cálido abrazo. Se ha marchado discretamente, con rapidez y sin entretenerse, ha sido llamado para un Alto fin y ha partido, rompiéndonos el corazón pero, tenia que ir al Padre y eso ha hecho.No deja bienes materiales, nunca los acumuló, su capital estaba compuesto de amor, amistad y mucha sabiduría.
Yo tuve el honor de ser su amigo y ahora escribo torpe y atropellado entre gratos recuerdos y lágrimas de impotencia por su marcha …compañero del alma, tan temprano.
Aun recuerdo tus últimas palabras de nuestra conversación del jueves pasado, yo me despedí hasta el domingo y tu dijiste: “Adios Manolico, te quiero”.
Ya el domingo, hoy, no pude verte, y no puedo hacerme a la idea de tu ausencia, nos quedaban tantas cosas que hacer amigo mío…
Gracias Manuel. Bonitas palabras.
ResponderEliminarUna gran pérdida, nuestro Maestro y Amigo tantos años... Descanse en paz
ResponderEliminarDesde Uruguay doy las gracias a todos ustedes por la enorme demostración de afecto hacia mi padre a quien extraño mucho como me imagino extrañarán ustedes, en mi corta estadía en compañía de él por España agradezco profundamente el haber tenido la oportunidad de compartir con varios de ustedes un pedazo de mi vida.
ResponderEliminarGracias, mis más gratos recuerdos y sincero saludo.