Los Ángeles
Las tres grandes religiones de la actualidad mencionan a los ángeles y su relación como mensajeros entre Dios y los hombres, asi como la función que desempeñan como protectores del ser humano.El judaísmo, el cristianismo y el islam son religiones que
tienen conceptos parecidos de los ángeles como mensajeros de Dios. Los ángeles
en el judaísmo aparecen en la Biblia judía. La cábala medieval es una de las
más ricas fuentes de la angelología.
Los ángeles cristianos provienen de las mismas ideas de del
judaísmo plasmadas en la Biblia, pero aparecen también en el Nuevo Testamento
en cada evento de la vida de Jesucristo. En el cristianismo, los ángeles son
intermediarios importantes entre Dios y el ser humano.
El islam tiene como uno de sus seis pilares la creencia en
los ángeles. El ángel más importante del islam es Jibra'il, o
Gabriel.
Pero... ¿Existen los ángeles?
Puede que no tengan alas, rizos rubios y cara de no haber roto nunca un plato, pero los ángeles de la guarda existen. A esa conclusión al menos ha llegado un grupo de matemáticos rusos simplemente analizando una anomalía estadística: en los aviones, trenes o barcos que se accidentaban había menos pasajeros de lo habitual.
16 personas que debían viajar en el interior de un avión que posteriormente se estrelló devolvieron su billete antes del vuelo y otros tres llegaron tarde
Unos porque devolvieron el billete en el último momento, otros porque se bajaron antes de tiempo o unos pocos porque, milagrosamente, llegaron tarde al aeropuerto, la estación de tren o el puerto, lo cierto es que cada vez que hay una catástrofe o un atentado escuchamos la historia de pasajeros que se salvaron milagrosamente.
¿Simple casualidad? ¿Una intuición? ¿O la prueba de que los ángeles de la guarda existen?
Un grupo de matemáticos rusos, dirigidos por Valeri Isákov, asegura que, lejos de cualquier planteamiento abstracto, un simple análisis estadístico demuestra que el ángel de la guarda, o como cada uno quiera llamarle, hace un encomiable trabajo.
Este grupo de investigadores ha analizado un elevado número de catástrofes ocurridos en los últimos años, y ha descubierto cierta anomalía estadística: en los trayectos accidentados siempre hay menos pasajeros de lo normal, según informa el portal de información ruso RT.
Así, durante los últimos 20 años el número de pasajeros que devolvió los billetes en vuelos o recorridos que luego sufrieron un siniestro fue un 18% más alto que en los casos de los que estos recorridos se realizaron sin problemas.
Con esta conclusión, Isákov reafirma la teoría del sociólogo estadounidense James Staunton, que en 1958 analizó más de 200 catástrofes ferroviarias de los anteriores 30 años. Stauton descubrió que los trenes que habían sufrido un accidente tenían ocupados tal solo un 61% de los asientos de media, mientras que los que no sufrían ningún tipo de percance solían contar con, al mínimo, el 76%. Es decir, una nada despreciable diferencia de 15 puntos porcentuales de pasajeros que, por intuición o por la intercesión de un protector, se salvaron de una muerte segura.
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