EL MAESTRO DE REIKI
Mucho más que un iniciador
Sin duda es mas sencillo pagar para, con un curso de fin de semana, obtener el título de Maestro de Reiki, que dedicar meses y años a la práctica de Reiki, dando sanación, comprobando como el Reiki puede atenuar o hacer desaparecer el sufrimiento de un ser humano o sintiendo la propia transformación que el Camino del Reiki causa en tu Ser, ese Camino que te ayuda a encontrar tu equilibrio interior, que te permite sentir la verdadera fuerza del Reiki: el amor incondicional.
Todo esto no se puede comprar, hay que trabajarlo para sentirlo, hay que aprender con un Maestro de Reiki.
Un maestro es mucho más que alguien que ha asistido a 3 cursos de Reiki, conoce unos símbolos, una sencilla técnica y una forma de hacer iniciaciones. Creo que el maestro, junto a la maestría, adquiere un compromiso y una responsabilidad, un compromiso de amar y respetar el Reiki y la responsabilidad de transmitir a sus alumnos algo mas que una sencilla técnica de imposición de manos para sanar, porque Reiki es mucho mas que eso, Reiki es un camino espiritual. Inicialmente y aun hoy en las escuelas japonesas de Reiki, la sanación del cuerpo no es lo mas importante, es mas una consecuencia de la sanación del alma.
Desde el nacimiento o quizás debiera decir re-nacimiento del Reiki, desde que Mikao Usui comenzó a aplicarlo y a utilizarlo lo hizo mas como camino espiritual que como sistema de sanación. Pronto comenzó a perder importancia esa parte espiritual, incluso en el propio Japón, ya el maestro Hayashi orientó el Reiki como técnica de sanación. Montó una clínica, desarrolló las posiciones de las manos que aún hoy se utilizan, etc. y parece que el Reiki fue perdiendo esa parte de camino hacia la iluminación o el Satori. Después, Takata, quien aprendió directamente de Hayashi, profundizó en esa línea y en, tal vez, una excesiva mercantilización del Reiki.
Posteriormente, descubrimos que en Japón, pese a lo que se nos dijo en un principio, seguía vivo el Reiki y pudimos conocer otras técnicas de Reiki, seguramente más cercanas a las enseñadas por Usui, mas enfocadas al crecimiento personal o camino espiritual.
De un aprendizaje que podía durar meses e incluso años, de unos alumnos que solían pagar su formación con su trabajo como ayudantes de su maestro, se pasa a cursos de fines de semana y unos honorarios, en mi opinión, excesivos.
Afortunadamente, la actitud de algunos maestros y la propia ley del mercado (Si aumenta la oferta bajará el precio) ha propiciado un abaratamiento de los cursos de Reiki, a la vez que, gracias especialmente a Internet, se ha logrado una difusión del Reiki extraordinaria, así como miles de iniciaciones en todo el mundo, claro que esto también ha motivado una importante caída en la calidad de la formación de los alumnos. Hemos pasado de un secretismo clasista y excluyente a una pérdida de respeto por los símbolos y por el propio Reiki.
Desde luego estoy por la máxima divulgación del Reiki, opino que si se puede dar Reiki a distancia, también se puede iniciar a distancia, pero con unas ciertas garantías, no me parece bien que cualquier persona que lo pida, se le envía una manual (generalmente de esos de corta y pega) se le da una semanita para que lo estudie y sin mas pruebas, ni comentarios, ni charlas personales, sin exigir documentación alguna sobre su identidad, los cursos realizados, etc. se hace su iniciamos y se le envía su correspondiente certificado. Y, repito, no estoy en contra de las iniciaciones a distancia, alguno de los certificados que poseo lo he obtenido de esa forma, pero me parece poco serio que sin conocer a una persona, sin hablar con ella, sin nada de nada,... se le de un certificado como Maestro de Reiki, con licencia para enseñar y formar en el espíritu del Reiki a sus alumnos.
Por otro lado creo que la función del maestro en una iniciación, aunque imprescindible, está sobrevalorada, en realidad toda iniciación es una auto-iniciación ya que se requiere, ante todo, la decisión de iniciarse del alumno y no olvidemos que también en las iniciaciones somos simplemente un canal, para facilitar que "Otros" efectúen la verdadera iniciación. La labor realmente importante que debe hacer el maestro, antes y después de la iniciación, es la formación de cada uno de sus alumnos en el espíritu del Reiki, es enseñarles a respetar y amar el Reiki, es mostrarles la arrolladora fuerza del amor, es, en definitiva, hacerles sentir y vivir la felicidad de ayudar a los demás y presenciar los efectos que el Reiki puede provocar en un ser humano. Un maestro es mucho mas que un iniciador.
En oriente tienen un dicho: “alumno y maestro aprenden juntos en el transcurso de la enseñanza”. Esto en Reiki es totalmente cierto, ya que se aprende tanto dando un curso como recibiéndolo. Para que un curso cobre vida tiene que haber una transmisión de energía en los dos sentidos. Si el maestro solo habla y habla no crea un espacio para que la sabiduría de sus alumnos aflore, mucho menos si se limita a enviar un manual por correo. Y así el curso no tiene la calidad que podría tener ni tampoco el grado transformador que puede tener un curso de Reiki, tanto para el alumno como para el maestro.
Tampoco se debe pensar que un maestro de Reiki es algo así como un santo o un iluminado, no es mejor que nadie, es sencillamente un ser que dedica una parte de su vida a transmitir la enseñanza del Reiki, un sistema espiritual de sanación. En el fondo todos somos seres de luz maravillosos teniendo una experiencia en el mundo material, y que, algún día, retornaremos a la Fuente de donde venimos. Cuando encuentras tu verdadera esencia, estas palabras dejan de ser una creencia y se convierten un una experiencia, y empiezas a ser capaz de sentir la Vida que lo anima todo, y no sólo dentro de ti sino también en los demás. Y un día te sorprendes emocionándote al sentir la serena presencia de un árbol o una montaña. Descubres el mundo que hay más allá de la materia y la forma.
Aprende a practicar la Humildad y el Amor Incondicional, no como un ejercicio impuesto sino como parte inseparable de tu personalidad, disfruta de tu Paz Interior y siéntete capaz de transmitir todo esto a los demás, es entonces cuando comprenderás lo que significa ser Maestro y lo difícil que resulta obtener ese título, desde luego mucho más que el certificado que nos dan cuando hacemos un curso de esos acelerados.
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