ANTE LA ADVERSIDAD EXPANDE TU LUZ

Estimados hermanos sé que toda alma sensible se conmueve cuando se enfrenta a los acontecimientos ocurridos en México y otros países americanos, destilamos sentimientos tan diversos, dolor, solidaridad, impotencia, frustración, compasión e incomprensión y muchas otras sensaciones.
De muchos ojos brotan lágrimas, algunos corazones parecen romperse e incluso no son pocos los que se preguntan ¿Cómo el creador del universo permite estos desastres si Dios es Amor?

Mientras en algunos su Fe se tambalea en otros su Fe se afianza porque logran comprender que detrás de cada suceso hay un bien mayor.

Nosotros somos Ángeles disfrazados de humanos eligiendo en cada instante entre la oscuridad y la luz, entre el amor y el miedo, y el humano necesita ser estremecido en la mayoría de las ocasiones para dar un salto cuántico, las crisis generan evolución.

En nuestro planeta existe el libre albedrío. Libre albedrío significa que pueden hacer lo que quieran. Libre albedrío significa que hay un sendero para cada uno.

Creyentes o no estamos sumergidos en una era de cambios, una nueva energía recorre el mundo, seamos concientes o no de su existencia ella está presente y muchos despertarán con su abrazo porque su ser interior ha decidido que ya está listo para entender nuevas verdades, verdades profundas que resuenan en su interior, en otras palabras estamos inmersos en un proceso llamado recalibración.

Muchas almas se han ofrecido voluntariamente para dar sus vidas, estás regresarán muy pronto para ser testigos de su servicio al planeta y contemplar con ojos humanos la cosecha que su divinidad sembró.

Se comprometieron en despertar conciencias y eligieron su transición para conmover corazones, para que la fragancia de la compasión se hiciera uno con la brisa y al respirar comprendiéramos que somos eternos, que Dios está en nuestro interior, que los nuevos paradigmas piden ser descubiertos y aceptados para poder edificar el nuevo humano, un humano benevolente y amoroso que será incapaz de herir al planeta, que de manera efusiva le brindará su gratitud con la luz de su presencia. Un humano incapaz de agredir y mucho menos matar a su semejante donde la guerra nunca será una opción y la paz su sublime elección.

Es obvio que los que están afectados de forma directa pasarán por las diferentes etapas que un duelo impone ante pérdidas tan significativas, lo importante aquí es- ¿Cuál será nuestra actitud ante lo sucedido?

Nos podemos conmover, ser solidarios, llorar, gritar si es preciso pero una manera eficiente de ayudar a los afectados no es tan solo orar es expandir nuestra luz, abrazarlos con nuestra amor sin importar distancia y rodearlos de una compasión optimista para que la flor de la esperanza crezca y que la entrega de esas benditas almas rinda sus frutos. Eso es honrar a los que dieron sus vidas, ellos provocaron que estemos  intercambiándonos mensajes para meditar y orar juntos, sus almas nos muestran el camino de la unidad=Todos Somos Uno.

No importa donde hayas nacido, poco importa tu nacionalidad tu patria es la humanidad es el planeta azul que siempre te ha acogido con ternura cada vez que has regresado. Tu misión tan solo por gratitud es aportarle tu cuota de luz para lograr su ascensión.

Cuando este proceso finalice tu rostro brillará como un sol, te sentirás viviendo en una burbuja de amor y sonreirás con júbilo pues has escuchado con nitidez lo que te ha susurrado por siglos el amor de Dios.

Encuéntrenme. ¡Descúbranme! ¡Descubran lo que está dentro de ustedes! Y lleven una vida distinta de lo que ha sido antes.

Al acoger en tu corazón el mensaje de los Maestros que caminaron por este planeta podrás exclamar:
YO SOY LUZ Y AMOR Y HE CUMPLIDO MI MISIÓN.
Julio Cesar Valdes

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