LA DIETA DE LA EDAD DE PIEDRA
La paleodieta: alimentarse como el hombre primitivo
La dieta paleolítica, que se ha puesto de moda entre los deportistas, es rica en falsas promesas y supone un riesgo para la salud
En el año 2002 se publicó el libro "La dieta
paleolítica" y en 2005, "Paleodieta para deportistas". Tan solo
cinco años después, el doctor Gerard E. Mullin detallaba en la revista
científica Nutrition in Clinical Practice que una de las dietas prescritas de
forma habitual por los terapeutas alternativos era la "paleodieta".
La dieta sigue hoy de moda, sobre todo entre deportistas, pese a que está
desaconsejada por la mayor organización mundial de profesionales de la
alimentación y la nutrición, la Academia de Nutrición y Dietética (antigua
Asociación Americana de Dietética). El siguiente reportaje explica en qué se
basa la paleodieta y desglosa cuáles son sus falsas promesas, junto con diez
consejos prácticos para detectar y mantener alejadas las "dieta
milagro".
¿En qué se basa la dieta paleolítica?
La propuesta de dieta omite que la esperanza de vida durante
el paleolítico no pasaba de los 20 años
"La dieta paleolítica" (también llamada
"paleodieta", "dieta del hombre de las cavernas" o
"dieta de la edad de piedra") propone consumir de forma exclusiva los
alimentos que tomaban nuestros antepasados, los cazadores-recolectores del
paleolítico. Según su autor, estos alimentos daban a nuestros ancestros
"una salud vibrante, cuerpos delgados y ausencia de enfermedades
crónicas". Se omite que la esperanza de vida durante el paleolítico no
pasaba de los 20 años y que el sedentarismo era impensable.
En cualquier caso, el libro incluye las "reglas
básicas" para seguir esta pauta alimenticia. Entre ellas:
Comer todas las carnes magras, pescados y mariscos que se
pueda.
Comer todas las frutas y verduras no feculentas que se
pueda.
Nada de cereales.
Nada de legumbres.
Nada de productos lácteos.
Ningún alimento procesado.
El libro también promueve el consumo frecuente de
"carne roja, asaduras y carne de animales de caza". Las
recomendaciones para deportistas son similares: se les aconseja cantidades ilimitadas
de carne magra, aves, pescados, fruta fresca y vegetales, y se prohíben los
cereales, los lácteos, determinadas frutas y verduras, las legumbres y los
alimentos procesados.
Son unas "reglas" contrarias a lo propuesto por la
totalidad de las autoridades sanitarias o entidades de referencia en nutrición
humana y dietética, incluidas las especializadas en nutrición deportiva. La
última encuesta dietética española (estudio Enide) revela que se debe disminuir
la actual ingesta de cárnicos, promover la ingesta de cereales integrales y
legumbres y potenciar el consumo de lácteos desnatados. Conviene disminuir la
ingesta de alimentos procesados, pero no es en absoluto recomendable
prohibirlos de forma tajante.
¿Qué promete la paleodieta?
La lista de promesas de la paleodieta es larguísima, ya que
garantiza disminuciones en el apetito, mejoras en el colesterol y en los
triglicéridos, pérdidas exitosas de peso ("sin hacer ningún cambio en tus
hábitos de ejercicio") y mejoras en el rendimiento deportivo. También
asegura ser eficaz para prevenir o tratar la diabetes tipo 2, la enfermedad
cardiovascular, la hipertensión, los cálculos renales, la osteoporosis, el
asma, la enfermedad celíaca, la dermatitis herpetiforme, la artritis
reumatoide, la esclerosis múltiple, el cáncer, los problemas digestivos y hasta
el acné.
El libro está lleno de falsos mitos. La densidad energética
de frutas y hortalizas es muy baja, así que prohibir la ingesta de cereales y
legumbres (uno de los "pilares" de la dieta) supondrá ingerir grandes
cantidades de proteínas animales para cubrir las demandas energéticas del
cuerpo. Ello afectará de forma negativa a las reservas musculares de energía
(glucógeno muscular), lo que puede perjudicar el rendimiento deportivo en
atletas y aumentar el riesgo de lesión.
Es una dieta hiperproteica, cara para el bolsillo, pero
también cara para la salud
El propio autor señala en su libro que "el elemento más
importante de la paleodieta es el elevado consumo de proteína, casi cuatro
veces mayor que la recomendada oficialmente". Se trata, sin duda, de una
dieta hiperproteica, cara para el bolsillo, pero también cara para la salud. El
más reciente consenso de la FESNAD-SEEDO señala, a este respecto, que "las
dietas hiperproteicas pueden incrementar a muy largo plazo el riesgo de
mortalidad total y cardiovascular, sobre todo cuando la proteína es de origen
animal".
Los seguidores de la paleodieta afirman que está
"respaldada por miles de estudios clínicos de nutrición". Pese a
ello, el Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española
de Dietistas-Nutricionistas no halló en 2011 ningún estudio que sustentase sus
quiméricas promesas. Tampoco los halló el equipo de US News & World Report.
El GREP-AEDN considera que esta dieta "es totalmente desaconsejable, tanto
para atletas como para la población general". Este grupo elabora en estos
momentos un documento de postura al respecto, que se publicará en breve en su
página web.
En resumen, seguir esta dieta puede compararse a subirse a
un avión cuyo piloto utiliza un sistema de vuelo que contradice a todas las
normas básicas de aviación.
Por JULIO BASULTO en EROSKI CONSUMER
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